Los países que forman el grupo de los PIIGS tienen una serie
de características en común que, según varios autores, podrían haberles llevado
a la situación que ahora viven.
La principal característica que tiene en común es que todos
han tenidos sistemas políticos basados en regímenes dictatoriales. Es el caso
de Portugal, España y Grecia. Irlanda, por su parte, ha estado dominada por
regímenes autoritarios de corte ultraconservador, e Italia ha vivido en una “democracia”
basada también en el conservadurismo. A lo largo de la historia, estos países
han tenido gobiernos que han priorizado otras cosas antes que lo social,
haciendo que los Estados sean estados débiles, con una política fiscal escasa y
una nula capacidad redistributiva.
Otro factor que une a los PIIGS, excepto a Grecia, es que
durante toda su historia la religión Católica ha sido predominante y ha estado
involucrada en los temas de Estado. Hay historiadores que apuntan que la
rigidez doctrinal de cualquier religión, en este caso del Catolicismo, ha
podido ser causa de que estos países tengan un gran retraso en temas sociales y
económicos. Apoyan su teoría en el papel de la mujer en la religión, la rigidez
doctrinal y autoritaria, la práctica de la caridad, etc.
Este asunto ha sido debatido en varios medios. Podemos
encontrar un artículo del diario El País, firmado por Juan G. Bedoya en el que leemos:
“De rodillas, andrajosos,
humillados, cinco sujetos aparentemente sobrealimentados piden limosna en
actitud perpleja. Detrás, un muro. Enfrente, la nada. Un letrero dice que son
miembros de la Unión Europea. Cada uno luce en la pechera la marca de su país: Italia,
Portugal, Irlanda, España y Grecia, de izquierda a derecha. El dibujante Jim Morin sublimó
así el viejo debate sobre la inferioridad económica de los países católicos. Su
ya famosa caricatura se publicó en The New York Times para ilustrar un informe
sobre los PIGS europeos, literalmente cerdos en inglés […]
Pese a que las economías de
los países donde más han arreciado esas críticas (Reino Unido y EE UU) también
atraviesan por dificultades, los desprecios no han desaparecido. Todo empezó
con las tesis del sociólogo Max Weber sobre
la inferioridad del cristianismo romano respecto al protestantismo para
construir economías capitalistas solventes. […]
Los protestantes llaman perezosos a los católicos. Replican
los católicos que los protestantes son materialistas. Weber lo explica así: “El
católico es conformista y prefiere la seguridad, mientras que el protestante se
atreve con el riesgo. La Iglesia católica castiga al hereje, pero es indulgente
con el pecador. El protestante pone el énfasis no en la confesión, sino en la
conducta. Cualquier fabricante sabe que es la falta de conciencia de los
trabajadores de países como Italia uno de los obstáculos de su evolución
capitalista y de todo progreso”. [...]
Los tópicazos del sociólogo de la religión se refiere aquí a un tema de
rabiosa actualidad en la UE: la menor laboriosidad y productividad de los
países del sur, y el escandaloso absentismo laboral. Según Weber, el
protestante no considera el trabajo un castigo. Los católicos, en cambio, creen
que el trabajo es el máximo castigo de Dios por el pecado original, y culpan a
una mujer, Eva, de haber provocado la expulsión del Paraíso, donde no era
necesario trabajar. […]”
Otros autores, prefieren apoyarse simplemente en datos
actuales que puedan explicar el porqué de esta debilidad económica. En los
PIIGS dominan los impuestos indirectos y los directos están basados solamente
en las rentas del trabajo. Esto causa un retraso social grave y una mayor
desigualdad social. El porcentaje de impuestos sobre el PIB de la UE en 2007
era del 41.1%, sin embargo, en Portugal era del 36.5%, en Grecia del 34.2% más
o menos como España, y en Irlanda era el 31%.
El gasto público en la UE es de 46% del PIB, mientras que en
Irlanda es del 36% y en España del 39%. Igual ocurre con las cifras del Gasto
social, en la UE es del 27%, mientras que en los PIIGS no pasa del 24%: Irlanda
tiene un 18.9%, España un 21% y, Portugal y Grecia, un 24%.(Datos:
Nuevatribuna.es).
Susana López Cruz
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